Sin embargo, esta paz se vio amenazada por la nueva estrategia militar implementada por el nuevo Gobierno en el 2006. Desde la administración del ex -presidente del PAN, Felipe Calderón, más de 120.000 personas han muerto en la guerra contra el Narco en México.
Esta estrategia fue un error. No se combate a cárteles con una guerra frontal.
El Gobierno luchó en muchos frentes contra los grandes carteles. Con los cárteles débiles, otros pequeños surgieron en toda la República.
Los 5 grandes cárteles todavía controlan los corredores hacia los EE.UU., pero más de 15 cárteles se lograron consolidar para controlar plazas pequeñas. Ahora, todos se combaten entre sí. Militares contra los cárteles, cárteles contra otros cárteles. El ejército se enfrenta en algunas zonas rurales contra las policías minicipales. La policía federal ha confrontado en varias ocasiones a la policia estatal de algunos estados de la República.
Los medios de comunicación internacionales han puesto una enorme presión sobre el gobierno para terminar esta guerra, y en el año 2008 las autoridades de Estados Unidos y México firmaron un tratado bilateral llamado Iniciativa Mérida.
Un acuerdo militar de cooperación entre ambos países. Las fuerzas especiales estadounidenses han entrenado a soldados mexicanos en términos de inteligencia militar y estrategia de combate. El ejército ha creado comandos especiales que han asesinados ilícitamentente a muchas personas, igual que los paramilitares de Colombia en los años 80. Este dato es desde luego negado categóricamentente por el gobierno federal.
Estas nuevas fuerzas especiales comenzaron a purgar las regiones donde se presumían a Narcos escondidos. Cárteles como el cártel del Golfo comenzaron a contratar a ex-soldados creando con ellos un ejército privado para luchar contra el Gobierno. Los Zetas, el cártel más violento y temido es quien ha contratado al mayor número de ex-militares.
Cuando los civilistas se dieron cuenta de que el Gobierno no podía protegerlos, crearon propias autopatrullas, una especie de ejército privado que protege a las comunidades rurales de las envestidas de los cárteles . Desgraciadamente muchas de estas autopatrullas, también llamadas policías rurales ó comunitarias, vieron el potencial de hacer dinero con las drogas, y comenzaron también a traficar.
Después de muchos años, nadie sabe quien está luchando contra quién y quien es bueno o malo. Y mientras México comparta la frontera Norte con consumidores hambrientos del otro lado, esta guerra no tendrá fin.
No hay otro negocio más rentables que la Cocaína. Un kilo de cocaína pura en Colombia tiene un valor de 500$, si éste pasa la frontera con Panamá su precio se duplica. Si llega hasta Guatemala este mismo kilo costará aproximadamente 8000$. Si los cárteles logran pasarlo hasta el norte de México se puede llegar a vender en CD. Juárez en 12.000 $, y si pasa la frontera hacia el Paso Texas llegará a costar 18.000$.
Esta locura no acaba aquí, si el kilo consigue de alguna manera subir hacia la costa este, hasta Nueva York puede ser vendida en 25.000$. Hablamos sobre el tráfico hacia los EE.UU, pero el tráfico hacia Europa es otro nivel.
Un kilogramo de cocaína puede ser vendido en las calles de París, Berlín, Londres ó Madrid en 50.000$. No es de extrañar que haya tantos muertos en este negocio, que dá más del 1000% en ganancias.
Realmente no importa cuanto inviertan los gobiernos para combatir el problema. Siempre habrá un productor, un distribuidor y un consumidor. Esta locura es real, y las historias dramáticas que la rodean son fuente de inspiración para contar una buena trama, mostrada en una pelicula, como por ejemplo en Zona Narco.